Desde el año 1970, la Madre Teresa de Calcuta ha sido reconocida mundialmente como una persona humanitaria y un ejemplo de liderazgo femenino entre los pobres e indefensos. Obtuvo el Premio Nobel de la Paz en el año 1979, uno de los miles que fue recibiendo a nivel internacional durante todos sus años de servicio.
En este artículo haremos un repaso de su obra y de su historia que ha dejado un legado en toda la humanidad.
La Madre Teresa de Calcuta: una vida de servicio en protección de los más indefensos
Teresa de Calcuta nació el 26 de agosto de 1910 en Skopje, Yugoslavia (hoy Macedonia), y su nombre real era Agnes Gonxha Bojaxhiu. Sus padres, Nikola y Dronda Bojaxhiu, eran de nacionalidad albanesa.
Gracias al negocio de construcción de su padre, Agnes tuvo una infancia relativamente cómoda. A los ocho años, su padre falleció en 1919, y después de su muerte, su madre la educó en la fe católica. Agnes se destacó como solista en el coro de su parroquia y escuchó las historias de misioneros jesuitas en Bengala, lo que la llevó a sentir el llamado de trabajar en la India.
A los doce años, ya había decidido dedicarse a la religión, y el 15 de agosto de 1928, mientras rezaba en la capilla de la Virgen Negra de Letnice, tomó la decisión definitiva.
En 1928, Agnes fue admitida en la Abadía de Loreto en Irlanda, después de ir con una amiga. En noviembre de 1928, se trasladó a Calcuta y nunca volvió a ver a su madre ni a su hermana.
En 1929, la comisionaron para enseñar geografía en el colegio secundario Santa María para niñas en Calcuta. En 1931, adoptó el nombre de Teresa en honor a una monja española y eligió ser llamada como Teresa de Lisieux, la santa patrona de los misioneros.
El 14 de mayo de 1937, hizo sus votos solemnes mientras enseñaba en el colegio del convento de Loreto. Durante veinte años, trabajó como profesora de historia y geografía y en 1944 se convirtió en directora del centro.
En 1946, sintiendo la necesidad de ayudar a los necesitados en Calcuta, dejó su puesto en Santa María y se dedicó a prestar servicio en las calles, las cuales estaban llenas de mendigos, leprosos y desamparados. Aunque disfrutaba enseñar, también le preocupaba profundamente la pobreza en la ciudad. La hambruna de 1943 en Bengala y la violencia de la lucha hindú-musulmana en 1946 intensificaron estas preocupaciones.
En 1948, comenzó a trabajar entre los pobres, enseñándoles a leer. Ese mismo año decidió fundar la congregación de las Misioneras de la Caridad y eligió como hábito un sari blanco con borde azul y una simple cruz sobre el hombro izquierdo, un atuendo que la caracterizaría por el resto de su vida.
Además de los votos tradicionales de pobreza, castidad y obediencia, añadió un cuarto voto: la promesa de servicio a los necesitados, a quienes veía como la encarnación de Jesucristo. Inauguró una escuela en Motijhil, Calcuta, y atrajo la atención de funcionarios indios.
Su servicio llega a los altos mandos y comienza a influir positivamente en el pueblo indio
En 1952, con la ayuda de varios funcionarios indios, convirtió un templo abandonado en Calcuta en su primer hogar para moribundos, donde los pacientes recibían atención médica y podían morir con dignidad según su fe.
En 1955, abrió el “Hogar del Niño del Inmaculado Corazón” para huérfanos y jóvenes sin hogar.
En 1957, fundó “Shanti Nagar” para el cuidado de leprosos y estableció clínicas similares donde las Misioneras de la Caridad brindaban atención médica y alimentos a los enfermos.
Con el tiempo, la labor de la Congregación se extendió a otras ciudades de la India y más allá, y su dedicación a los más pobres y necesitados le valió varios premios, incluyendo el Premio Internacional de Paz Juan XXIII y el Premio Nobel de la Paz en 1979.
A pesar de su frágil salud, continuó trabajando incansablemente hasta su fallecimiento el 5 de septiembre de 1997.
Conclusiones
La Madre Teresa de Calcuta dejó un impacto duradero y es considerada una de las personalidades más influyentes del siglo XX. Su ejemplo de liderazgo femenino entre tantas necesidades y miserias dejó un legado que sigue siendo un ejemplo inspirador de compasión y servicio desinteresado hacia los más necesitados.