Según un relevamiento hecho por McKinsey & Company, solo seis de cada cien CEO son mujeres en España. Conoce en detalle la situación nacional.
La brecha de género predomina en las empresas españolas
Si bien la lucha feminista logró grandes avances a nivel mundial, algunos sitios aún muestran fuertes retrocesos en materia de derechos humanos. Tal es el caso de España, donde solo seis de cada cien mujeres son CEO de una empresa.
Según indica el informe “Women Matter España: tramos pendientes”, que llevó a cabo McKinsey & Company al analizar un total de 45 compañías en el país, el 65% de las mujeres españolas tienen menos posibilidades de ascender que los hombres.
En tanto, sólo el 17% del género femino ocupa posiciones que reportan directamente al director general y solo un 33% son consejeras.
Por su parte, un informe elaborado por LinkedIn y el Foro Económico Mundial determina que la desigualdad femenina en España casi duplica la media global, la cual se sitúa en un 33%.
Tal es así que Sue Duke, jefa global de política pública de la red social, considera que se necesitan más de 100 años para cerrar la brecha global del género. Sin embargo, el avance es posible y está sucediendo: del 35% de las mujeres que tenían posiciones de liderazgo en 2019, se registró un 37% en 2022.
Factores que influyen en la desigualdad social dentro de las empresas
La Federación Española de Mujeres Directivas, Profesionales y Empresarias (Fedepe) considera que el territorio español arrastra una realidad histórica con estereotipos que determinan culturalmente que las mujeres no lideran.
En esta línea, desde la institución aseguran que son ellas quienes tienen una mayor responsabilidad a la hora de cuidar a la familia, por lo que renuncian a su carrera profesional para dedicarle tiempo a su vida personal.
En la pandemia del Covid-19, por ejemplo, hubo un 23% de mujeres que abandonaron sus trabajos para atender a otros, tales como hijos y personas mayores. Dicho fenómeno resalta las desigualdades de género existentes en términos de responsabilidades familiares y su impacto en la participación laboral de las mujeres.
Desde el sector empresarial reconocen la importancia de abordar estas cuestiones para avanzar hacia una mayor igualdad. Las políticas que promueven la flexibilidad laboral, el apoyo a las familias y la igualdad de oportunidades son cruciales para abordar los desafíos que las mujeres enfrentan en diversos ámbitos.
Compromiso gubernamental para avanzar hacia un futuro equitativo
El Parlamento Europeo aprobó recientemente una norma que determina que al menos el 40% de los puestos de directores no ejecutivos deben ser ocupados por personas del género minoritario en la empresa, generalmente mujeres, mientras la cifra exigida es de mínimo el 33%.
Para muchos, esta iniciativa puede ser la palanca que necesitan las grandes empresas para accionar. Para otros, como Fedepe, quedan afuera un sinfín de pymes que no cuentan con las mismas condiciones económicas.
En este caso, remarcan la necesidad de que todas las compañías ofrezcan oportunidades de desarrollo exigiendo resultados, den flexibilidad en sentido amplio y apoyen en momentos clave de la carrera profesional, especialmente en el primer salto a responsabilidades directivas que suele coincidir con la maternidad.