En un mundo donde la igualdad de género en el trabajo sigue siendo todavía un desafío, el empoderamiento femenino en ámbitos históricamente dominados por hombres emerge como un objetivo crucial.
En este artículo analizaremos como una mayor participación de las mujeres en el ámbito laboral puede marcar la diferencia para las futuras generaciones.
El empoderamiento femenino y su relación con el Producto Bruto Interno
La colaboración del Banco Mundial y su análisis detenido de la situación revelan una realidad impactante: la contribución de las mujeres al Producto Interno Bruto (PIB) global podría duplicarse si se lograra la paridad salarial. No obstante, las limitaciones arraigadas en las normas sociales, los prejuicios arraigados y la escasa exposición a sectores específicos persisten como barreras formidables.
Este estudio se sumerge en las historias de emprendedoras latinoamericanas, quienes, a pesar de un aumento notable en la cantidad de negocios dirigidos por mujeres, se enfrentan a desafíos únicos. A medida que estas mujeres incursionan en sectores tradicionalmente controlados por hombres, se desvelan discrepancias notables en ganancias. A través de tres regiones y diez países, se constata que las mujeres que eligen desafiar los confines de la segregación sectorial a menudo superan en ganancias a sus contrapartes que permanecen en áreas tradicionalmente femeninas.
Un aspecto fundamental del empoderamiento financiero es el acceso a financiamiento. Leticia Jáuregui Casanueva, fundadora de la organización sin fines de lucro Crea, destaca cómo las mujeres enfrentan desafíos desproporcionados en este ámbito. Su enfoque en la educación financiera ha equipado a miles de emprendedoras con las habilidades necesarias para navegar este terreno. Pero más allá de las cifras, la clave radica en el desarrollo de habilidades blandas y la ampliación del horizonte creativo. La conectividad, la formación virtual y nuevas fuentes de financiamiento se presentan como pilares que están redefiniendo el panorama de los negocios femeninos.
Mujeres emprendedoras en Latinoamérica
El tránsito hacia sectores dominados por hombres resulta un desafío considerable para las emprendedoras. El estudio abarca tres regiones y diez países en África, Asia y América Latina, incluyendo a México y Perú dentro de la región latinoamericana. En casi todas las naciones analizadas, las mujeres que operan en campos tradicionalmente masculinos superan en ingresos a aquellas que se desenvuelven en áreas predominantemente femeninas.
Una de las diferencias primordiales entre las naciones de otras regiones y las de América Latina radica en que, en México, las empresas lideradas por hombres presentan indicadores de desempeño superiores a las empresas lideradas por mujeres, sin importar el sector en el que operen.
En contraposición, en países como Botsuana, Guinea, República Democrática Popular Lao y Uganda, las empresas dirigidas por mujeres que incursionan en ámbitos dominados por hombres obtienen, en promedio, rendimientos tan rentables como las empresas dirigidas por hombres que operan en esos mismos sectores. Este hecho podría insinuar la presencia de discriminación o un “techo de cristal”.
Para Eliana Rubiano, economista en el grupo de Género del Banco Mundial y una de las autoras del estudio, las mujeres suelen optar por sectores caracterizados por una rentabilidad baja, como el comercio minorista o los servicios personales.
Avanza la presencia de mujeres en sectores dominados por el género masculino
Dado que la composición de los sectores varía de un país a otro, las estrategias para respaldar la transición de las mujeres entre estos ámbitos deben adaptarse a las particularidades, usos y culturas locales. Sin embargo, hay una conclusión uniforme: brindar apoyo a las mujeres para que se adentren en sectores más lucrativos dominados por hombres podría generar un mejor desempeño empresarial en general, promoviendo igualdad en las ganancias. Esto, a su vez, contribuiría al crecimiento económico, ya que las destrezas y utilidades se distribuirán de manera más equitativa entre géneros.
Para lograrlo, es esencial ir más allá de las medidas específicas para cambiar de sector. Deben implementarse acciones adicionales, como combatir la discriminación, el acoso, los estereotipos y la falta de mentoría. Estos esfuerzos serán vitales para que las mujeres establezcan y expandan sus negocios una vez que crucen las fronteras hacia sectores tradicionalmente liderados por hombres.
Conclusiones
El estudio desarrollado por el Banco Mundial arroja recomendaciones prácticas: complementar los programas de microemprendimiento con modelos de referencia masculinos, involucrar a los hombres en la transformación de las normas de género, cultivar habilidades socioemocionales y facilitar el acceso al crédito son pasos concretos hacia un futuro de empoderamiento femenino. Un camino hacia la igualdad de género en el trabajo que, sin duda, enriquecerá no solo a las emprendedoras individuales, sino también a las economías y sociedades en su conjunto.